Colectivos de víctimas, asociaciones de Memoria 
Democrática y activistas concretos dan la bienvenida a la proposición 
que Izquierda Unida ha elaborado con su imprescindible participación en 
un acto explicativo en el Congreso con Alberto Garzón y Esther López 
Barceló, ayudados por los/as represaliados/as Julia Hidalgo y Víctor 
Díaz Cardiel.
Izquierda Unida ha presentado hoy 
públicamente en el Congreso, arropada por representantes de numerosas 
asociaciones de la Memoria Democrática y colectivos de víctimas del 
franquismo, una Proposición de Ley Integral de Memoria Democrática y de 
Reconocimiento y Reparación a las Víctimas del Franquismo y la 
Transición. El coordinador federal, Alberto Garzón, ha valorado en el 
acto que el texto redactado -que consta de cuatro títulos, 63 artículos y
 17 disposiciones, entre adicionales, derogatorias y finales- conforma 
“la ley más completa sobre la Memoria elaborada desde 2007, cuando se 
aprobó la Ley de Memoria Histórica del Gobierno de Rodríguez Zapatero”.
Garzón
 dejó muy claro que esta nueva norma busca “cubrir y corregir las 
enormes insuficiencias” de las que adolece la anterior ley y apuntó que 
“complementa de forma muy completa la política de gestos de las últimas 
semanas, que tenemos el deber moral de apoyar, pero que resulta 
insuficiente y a la que hay que dar el marco jurídico necesario para los
 cambios”.
El coordinador federal intervino al comienzo de la 
presentación junto a la responsable federal de Memoria Democrática, 
Esther López Barceló, además de Julia Hidalgo y Víctor Díaz Cardiel, 
víctimas del franquismo que tomaron la palabra en la primera parte del 
acto en representación de las otras decenas presentes.
“La ley que
 hoy presentamos -detalló Garzón- pone encima de la mesa un nuevo 
‘tablero de ajedrez’ y nos dota de un nuevo marco legal a nivel de 
Memoria Democrática”.
Destacó especialmente que la proposición de 
ley integral registrada esta misma mañana “está participada por 
numerosas asociaciones de la Memoria”, una idea en la que abundó López 
Barceló al señalar que “esta no es una proposición de ley sólo de 
Izquierda Unida, sino de todas las asociaciones a las que se ha 
pretendido plasmar buena parte de sus reivindicaciones que desde hace 
tanto tiempo llevan exigiendo pacientemente en las calles”.
Alberto
 Garzón indicó, además, que un “elemento básico” incluido en el texto es
 “considerar los crímenes del franquismo como no prescriptibles y esta 
ley habilita que esto sea posible, lo que es una avance en sí mismo”.
Explicó
 que se recogen “tanto elementos simbólicos como otros muy concretos” y 
puso como ejemplo todo lo referido al Valle de los Caídos “cuya gestión 
pública queremos recuperar para Patrimonio del Estado y que se proceda a
 desacralizar todo este espacio para que pueda disfrutar de él toda la 
ciudadanía”.
Garzón hizo un recorrido resumido por otros puntos 
destacados de la proposición registrada, como todo lo que tiene que ver 
con facilitar las investigaciones de los miles de casos de ‘bebés 
robados’ y razonó que “todo lo que está en esta ley es de sentido común 
en cualquier país democrático, pero ocurre que lo que a nosotros nos 
parece necesario es una realidad desde hace mucho tiempo en otros 
países”.
Para terminar, el máximo responsable de IU explicó que 
“ya le hemos hecho llegar el texto al PSOE para su conocimiento y 
examen. El objetivo es que se pueda aprobar tras el adecuado trabajo 
conjunto con todos los grupos del Congreso”.
Esther López Barceló 
aseguró que “es hora de los Derechos Humanos”. En opinión de la 
responsable federal de Memoria Democrática de IU “no necesitamos otra 
‘ley de gestos’ como la de 2007, o que se hable sólo de sacar a Franco 
de su tumba y de los elementos que lo dificultan”, porque “hay muchas 
otras cosas importantes y muy en especial todo lo que tiene que ver con 
las víctimas”.
Precisamente, diversos colectivos de víctimas del 
franquismo y activistas concretos dieron la bienvenida en el acto a la 
proposición de ley de IU. Al mismo tiempo, mostraron su confianza de que
 su aprobación sirva 40 años después para acabar con una “democracia 
afranquistada”, en palabras de Julia Hidalgo.
“No hay democracia 
sin memoria -dijo-, porque duele más el silencio que cualquier otra 
cosa. Aquí no ha habido memoria, sino olvido”, sobre todo para quienes 
lucharon contra la dictadura, que se suma a la “impunidad” de los 
responsables de los crímenes cometidos contra ellos y ellas.
Hidalgo
 lamentó que “ahora todo el mundo habla de qué hacer con el dictador, 
pero no se dice qué hacer para reconocer la dignidad de sus víctimas”. 
Coincidió así con el histórico dirigente comunista Víctor Díaz Cardiel, 
que aseguró que “aplaudo esta ley, todo lo que he oído me suena muy 
bien” y que insistió en la idea de que la “gran deuda de la democracia 
es el olvido”.
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