La Monarquía es un peso muerto, una carga, una isla en la cúspide del Estado, opaca, sin autoridad moral ni política, sin control, sin fiscalización.
Carta abierta a la ciudadanía:
Estimados ciudadanos, estimadas ciudadanas, España camina hacia los 6 millones de parados. La desesperación, la exclusión social y el hambre física se extienden entre los sectores sociales más golpeados por la crisis. 200.000 se encuentran amenazadas de desahucio. El Gobierno desmantela las conquistas sociales, los derechos de los trabajadores, recortes en la enseñanza pública, la sanidad, la dependencia...
Asistimos además al recorte de las libertades, al autoritarismo. Se anuncia tipificar como terrorismo la quema de un contenedor y una sentada pacífica en la vía pública. La banca recibe dinero público para tapar su gestión especulativa y el saqueo a la ciudadanía. En esas estábamos cuando el Rey Juan Carlos I de Borbón se va de cacería a Africa a cazar elefantes a 37.000 euros, según la tarifa de la empresa organizadora de safaris. La sensibilidad social del rey es la misma que la del currucu y sus discursos de preocupación por el paro juvenil y por los efectos de la crisis se revelan falsos e hipócritas:
-Cuando no se da cuenta de los gastos de la Casa Real donde la opacidad es total.
-Cuando su fortuna y patrimonio no se conocen. Todos los cargos públicos están obligados a hacer declaración de bienes y patrimonio y el Jefe de Estado no.
-Cuando los regalos de empresarios españoles y extranjeros el rey se los queda en propiedad y no se adcriben al Patrimonio del Estado.
-Cuando en sus viajes privados para practicar la caza mayor lleva escolta, aviones de la fuerza aérea pagada por todos los españoles.
-Cuando su participación en el 23F no sólo no está clara sino que cada vez aparecen más datos de sus connivencia o complicidad con los golpistas (declaraciones del embajador alemán).
-Cuando la corrupción de su yerno Urdangarín con dinero robado depositado en cuentas abiertas en paraísos fiscales, lo que supone una deslealtad y una traición a España, el rey intercede para que se le de un trato de favor en la justicia.
-Cuando su vida ha estado llena de fiestas, mujeres, lujos, cuentas en Suiza, relaciones económicas con Javier dela Rosa, Mario Conde y Prado y Colón de Carvajal (lo mejorcito de cada casa).
En España se ha roto el anillo de protección que los medios de comunicación mantenían blindando al rey y a la familia real. La prensa se hace eco de éste escándalo y la sociedad se muestra indignada. Las encuestas recogen en las ediciones digitales que el 95% de los españoles desaprueba la cacería en África.La Monarquía es un peso muerto, una carga, una isla en la cúspide del Estado, opaca, sin autoridad moral ni política, sin control, sin fiscalización. Los demócratas tenemos que exigir que abdique, que se vaya. Parafraseando al señor Aznar: "¡Váyase, señor Borbón!"
La dignidad y la decencia exigen sustituir la Monarquía, ilegal a la luz dela Declaración de los Derechos Humanos dela ONU, de los valores democráticos y de los principios constitucionales universales que establecen la no discriminación por razones de raza, de religión, de ideología o de nacimiento...
En España se acerca la Tercera República, que hemos de configurar pacífica y democráticamente. La aportación a la causa de la República de los elefantes de África ha sido notable, pagando eso sí un alto precio. Si la ciudadanía tiene memoria, aunque no alcance a la memoria de los elefantes,la Monarquía será un paréntesis en la Historia democrática de España.
Antonio Romero Ruiz fue parlamentario de IULV-CA y Coordinador de la Red de municipios por la III República
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